Una carta para mamá en el cielo
Había una vez una pequeña niña que vivía sola con su padre, porque hacía poco tiempo había perdido a su madre en un accidente y ella no se resignaba a haberla perdido por más que su padre. Hacía todo por alegrarle sus días, la pequeña siempre estaba triste aferrada a una fotografía de su madre.
Los días pasaban y su padre no sabía qué hacer, ni como terminar con la tristeza de la pequeña, él siempre la encontraba en el jardín observando el cielo oscuro, nublado por la tristeza de la niña.
Uno de esos días él le preguntó.
- ¿Mi pequeña que tanto miras al cielo?
- Papá, espero ver algún día a mi mamá, es que la extraño mucho y como tú me dijiste que ella fue al cielo. Dijo la pequeña.
El padre se quedó muy sorprendido y triste al ver a la pequeña que de inmediato entro a la casa corriendo y se puso a llorar sin saber qué hacer.
Los días pasaron y la niña seguía en ese plan, hasta que su padre un día en el jardín vio una paloma blanca y se le ocurrió una idea. Fue corriendo y trajo papel y lápiz y llamo a la pequeña.
- Me llamaste padre…
- si hija miro quiero que escribas una carta para mamá. -Le dijo su padre-
- ¿Para mamá? Sorprendida, preguntó la niña.
- Mira mi pequeña cuando necesites decirle algo a mamá escríbelo en un pequeño papel, que aquella paloma se la llevará al cielo. Dijo su padre.
La pequeña se puso muy contenta y comenzó a escribir la carta para mamá, diciéndole a su madre lo mucho que la extrañaba. Su padre la observaba muy feliz.
De repente la pequeña terminó y le dijo: Listo, padre, terminé.
Su padre tenía una paloma en sus manos y le dijo a la pequeña que enrollara la carta, luego la colocaron en la patita de la paloma y ambos liberaron a la paloma.
Un tiempo después el cielo se iluminó con sol muy radiante, y la pequeña le dijo a su padre:
- Padre, estoy muy feliz, creo que mamá ya recibió mi carta…
Finalmente, la niña pudo entender que su madre ya no estaba con ellos, pero que cada vez que quería decirle algo, le mandaba una carta al cielo.
Fin