Versos de un ritmo sereno
En el susurro del viento, la calma reposa,
la luna acaricia la noche, silenciosa.
Las estrellas titilan en un cielo profundo,
dibujando sueños que abrazan el mundo.
El río murmura secretos del ayer,
mientras las hojas bailan, listas para caer.
Un canto lejano se escucha en la bruma,
ecos de amores que nunca se consuman.
Flores de seda adornan el sendero,
sus colores vibrantes, un regalo sincero.
La brisa suave lleva historias lejanas,
susurros de almas que buscan sus ganas.
En el horizonte, el sol se despide,
pintando de oro lo que el día decide.
La tarde se viste de un manto dorado,
y el tiempo se detiene, en un abrazo callado.
Miradas que se cruzan, un instante eterno,
en un rincón sagrado, donde todo es tierno.
Las olas del mar, con su vaivén sereno,
acarician la arena, como un amor pleno.
Un faro en la distancia guía a los perdidos,
la luz de la esperanza, en caminos benditos.
El canto de las aves, un himno divino,
celebra la vida, en su viaje continuo.
Bajo un árbol viejo, se esconde la historia,
de amores pasados y viejas memorias.
El aroma a tierra tras la lluvia caída,
renueva el suspiro de una vida encendida.
En cada rincón, hay un eco de paz,
que invita a soñar, que invita a soñar.
La noche se viste de un manto estrellado,
y el universo entero se siente abrazado.
Un destello fugaz, un deseo, una meta,
las luces del cielo, en la noche completa.
Las sombras se alargan, el día se apaga,
pero en el silencio, la esperanza no se apaga.
Un corazón sereno se aferra al latido,
de un mundo que avanza, siempre unido.
El tiempo es un río que fluye sin prisa,
cada instante vivido es una dulce brisa.
En la danza de hojas, el viento se expresa,
susurra secretos que el alma confiesa.
Las montañas vigilan el paso del día,
guardianes de sueños, de eterna armonía.
La vida es un verso, escrito en susurros,
un poema eterno, lleno de murmullos.
En la calma del alma, se encuentra el destino,
un viaje sereno, un amor divino.
Y al final del camino, en cada latido,
hallamos la paz que siempre hemos querido.