La leyenda del Sombrerón
Es una de las historias más conocidas del folklore guatemalteco y de otros países centroamericanos. Narra las andanzas de un misterioso personaje que viste de negro, lleva un gran sombrero y monta un caballo. Este ser mítico que suele aparecer en las noches, especialmente a mujeres jóvenes de cabello largo y ojos grandes.
Origen del Sombrerón
La leyenda tiene raíces indígenas se le conoce como Tzipitio, tzipe o duende, la palabra Tzi viene del Quiché y se traduce como perro. Aunque podría provenir del náhuatl tzitzimitl que significa demonio. También tiene raíces Españolas, mezclando elementos de creencias prehispánicas y supersticiones traídas por los conquistadores. Inspirada por la leyenda española del "Duende", un espíritu maligno que se disfrazaba de sombrero. El Sombrerón simboliza el encanto y el peligro de los encuentros nocturnos con lo sobrenatural.
Características del Sombrerón
Apariencia: Es descrito como un hombre de baja estatura muy pequeño del tamaño de un dedo de la mano, vestido de negro, con un gran cinturón muy brillante y gran sombrero. Su sombrero es tan grande que tiene que arrastrarlo, recorriendo a la hora del crepúsculo ciudades y campos, el cual le cubre el rostro. A veces lleva espuelas que tintinean al caminar. Se dice que tiene la capacidad de cambiar de forma y tamaño, y que puede ser muy astuto y engañoso.
Comportamiento: Se dice que corteja a las mujeres cantándoles serenatas con su guitarra de plata. Sin embargo, estas serenatas tienen un efecto hipnótico. Si la mujer escucha o recibe su visita, pierde el apetito, el sueño y, eventualmente, la salud. Les trenza el cabello a veces en la noche y trata de que se vayan con él para formar parte de la amplia gama de almas perdidas.
Poderes
Se cree que el Sombrerón tiene la capacidad de controlar la mente de las personas, haciéndolas hacer cosas que no quieren hacer. También se dice que puede hacer que las personas se pierdan en el camino, o que les juegue trucos y les haga creer que están viendo cosas que no existen.
Protección
Para protegerse del Sombrerón, se recomienda llevar un poco de sal en el bolsillo, o llevar un crucifijo. También se dice que si se encuentra al Sombrerón en el camino, es importante no mirarlo directamente a los ojos, ya que esto puede hacer que el duende tome el control de la mente.
La Leyenda del Sombrerón En un pequeño pueblo de Guatemala, había un personaje misterioso y temido por todos. Se llamaba el Sombrerón, un duende que se disfrazaba de sombrero y que era conocido por jugar trucos a los viajeros que pasaban por el pueblo.
Se decía que el Sombrerón era un espíritu maligno que había sido condenado a vagar por la tierra por sus malas acciones en vida. Sin embargo, a medida que pasaba el tiempo, el Sombrerón se volvió más travieso maligno, y comenzó a jugar trucos a los viajeros que pasaban por el pueblo.
Si un viajero se encontraba con el Sombrerón en el camino, debía tener cuidado de no dejar que el duende se subiera a su cabeza. Si lo hacía, el Sombrerón tomaría el control del viajero y lo llevaría a lugares desconocidos y peligrosos.
A pesar de la leyenda, muchos viajeros se atrevieron a desafiar al Sombrerón. Algunos de ellos regresaron con historias de cómo el duende les había jugado trucos y les había llevado a lugares extraños. Otros, sin embargo, nunca regresaron.
Contexto de la leyenda
Se cree que el Sombrerón representa una advertencia para las jóvenes sobre los peligros de los encuentros nocturnos y las relaciones furtivas. También refleja elementos de la vida rural, donde las historias de personajes sobrenaturales servían para explicar fenómenos misteriosos o como lecciones morales.
Leyenda del Sombrerón, la más popular
Era un ladrón y asesino de mujeres, quien se enamoró de una muchacha e intentó conquistarla. La joven no le correspondió y huyó para alejarse de él. Al saberse traicionado, El Sombrerón salió en busca de la muchacha, ocultándose bajo un gran sombrero. Al encontrarla, la mató y escapó. El novio de la muchacha persiguió a El Sombrerón hasta darle muerte; pero este no fue el fin para el curioso personaje, pues su alma quedó maldita desde entonces. Cierta vez, en un pequeño pueblo rodeado de montañas, vivía una joven llamada Susana, conocida por su largo y hermoso cabello negro. Cada tarde, mientras el sol se ocultaba tras las colinas, Susana salía al patio de su casa para peinar su melena con calma, tarareando dulces melodías que parecían flotar en el aire. Su belleza no pasaba desapercibida, y muchos en el pueblo decían que incluso los espíritus podrían sentirse atraídos por ella.
Una noche de luna llena, mientras Susana descansaba bajo el gran árbol de ceiba del patio, escuchó a lo lejos el sonido de una guitarra. La melodía era suave, pero había algo inquietante en ella. Intrigada, se levantó y caminó hacia el portón de su casa. Allí, a la distancia, vio la silueta de un hombre montado en un caballo negro. El hombre vestía de negro y llevaba un sombrero enorme que cubría su rostro.
El extraño comenzó a acercarse, y con cada paso de su caballo, el sonido de sus espuelas resonaba como un eco en la noche. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, el hombre desmontó y, con una reverencia, tocó las cuerdas de su guitarra. La melodía que tocaba era hipnótica, y Susana sintió cómo su cuerpo se debilitaba, como si el tiempo mismo se detuviera.
El hombre, conocido como el Sombrerón, le cantó canciones de amor con una voz profunda y encantadora. Pero al terminar la serenata, desapareció en la oscuridad, como si nunca hubiera estado allí. Al día siguiente, Susana no pudo comer ni dormir. Su familia, preocupada, intentó llevarla al médico del pueblo, pero ella solo murmuraba sobre el hombre del sombrero grande.
Esa misma noche, el Sombrerón volvió. Esta vez, ató su caballo cerca del árbol de ceiba y trenzó sus crines de forma intrincada. Luego se sentó bajo la ventana de Susana, cantándole nuevamente. Para cuando el sol comenzó a salir, él había desaparecido de nuevo, dejando a Susana aún más débil.
Desesperada, la familia de la joven consultó a una anciana del pueblo, quien les dijo que el Sombrerón había quedado encantado por la belleza de Susana, y que no descansaría hasta llevársela al mundo de las sombras. La única manera de romper el hechizo, explicó, era cortar el cabello de la joven y bendecir la casa con agua bendita.
Aunque al principio Susana se resistió, finalmente accedió. Con gran pesar, su madre cortó su largo cabello negro y rezó para que el espíritu maldito se alejara. Esa noche, el Sombrerón apareció una vez más, pero al ver a Susana con el cabello corto, soltó un lamento que resonó por todo el valle. Montó su caballo y desapareció para siempre, dejando a la joven en paz.
Desde entonces, en el pueblo, las madres advierten a sus hijas que nunca salgan de noche con el cabello suelto, pues el Sombrerón podría regresar en busca de una nueva víctima.
Versiones Hay muchas versiones diferentes de la leyenda del Sombrerón, y cada una tiene sus propias características y detalles. Algunas versiones dicen que el Sombrerón es un espíritu benigno que solo juega trucos a las personas para divertirse. Otras versiones dicen que es un espíritu maligno que busca hacer daño a las personas.
Las otras versiones de la leyenda del Sombrerón que mencioné anteriormente son probablemente influencias de otras culturas y tradiciones folclóricas. A continuación, te presento algunas posibles fuentes de influencia:
- La idea del Sombrerón como un espíritu maligno que busca hacer daño a las personas puede ser influencia de la tradición folclórica europea, en particular de la leyenda del "Duende" español.
- La idea del Sombrerón como un espíritu travieso que juega trucos a las personas puede ser influencia de la tradición folclórica africana, en particular de la leyenda del "Trickster" (un personaje que juega trucos y engaña a los demás).
- La idea del Sombrerón como un espíritu que se enamora de las muchachas de cabello largo puede ser influencia de la tradición folclórica indígena de América Latina, en particular de la leyenda del "Curupira" (un espíritu que se enamora de las mujeres y les hace regalos).